viernes, 7 de enero de 2011

La Iglesia en Peligro 2

2ª Parte

Los peligros que asechan a la iglesia
Por Ernesto Säuberlich B.


PRIMERAS CONSECUENCIAS
El otro grave problema que está viviendo la iglesia bautista aquí en nuestro país como consecuencia de la falta de discernimiento, es que como nos consideramos congregacionalistas, lo que es significa que toda la iglesia debiera estar en un mismo espíritu en todo lo que se propone y decide, debemos aprobar lo que se proponen, por toda la iglesia.

Entonces analice esta situación. Una iglesia con falta de discernimiento, porque no conoce toda la palabra de Dios, no sabe quién es verdaderamente un cristiano y quién no lo es. No sabe bien que hacer como iglesia, ni como debe ser su pastor, sus diáconos ni sus ancianos. Por otra parte la congregación está compuesta por cabritos y ovejas. Las ovejas están mal alimentadas por lo que mencioné anteriormente (falta de la pura palabra de Dios), y los cabritos la están pasando maravillosamente bien, alimentándose espiritualmente con la religiosidad que ellos mismos van desarrollando y que la congregación practica semana a semana, que no es otra cosa que idolatría y vanagloria. Ahora llega el momento en que se tiene que tomar alguna decisión que afectará a todos y se hace una votación en una sesión administrativa, a la cual sólo asiste una minoría (con suerte), de la cual muchos son cabritos. ¿Cuál será el resultado? Primero, en el caso de que sea algo doctrinal, habrá una discusión, por no decir pelea. Segundo habrán descalificaciones, argumentos mundanos, herejías, y finalmente los cabritos harán callar a las ovejas, o harán que las ovejas que están mal alimentadas caigan en la carnalidad y pecado (como los gálatas y corintios). Resultado, una elección democrática, como en cualquier otra institución religiosa donde Cristo y su Palabra no son el centro de su quehacer, en la que se decide cualquier cosa, menos el glorificar a Dios. ( ¿Le parece familiar lo que acaba de leer? )
Si hacemos un diagnóstico de las iglesias y misiones bautistas de nuestra denominación, veremos serias falencias, como falta de pastores, lo que trajo por consecuencia que cayésemos en el error de aceptar que se instituyeran pastoras, dejando de lado lo que verdaderamente enseña la Biblia con respecto a este tema, haciendo adaptaciones influenciadas por el humanismo y las filosofías que sólo buscan descalificar a Dios (exactamente lo que advierte el Señor en su palabra en Ef. 4:14). Por otra parte y cada vez mas frecuente, congregaciones que son dirigidas por encargados y que no quieren pastor; que dicen estar bien así (porque ignoran lo que dice la Biblia). Uniones de jóvenes que son dirigidas por jóvenes o matrimonios consejeros que no tiene discernimiento espiritual y que por ende practican el pecado sin el menor remordimiento (como dijo el Señor, que si un ciego guía a otro ciego, ambos caerán en el hoyo (Mt. 15:14). Escuela de niños (que no puedo encontrar en ninguna parte de las Escrituras), que con las mejores intensiones “humanas”, trata de ser una instancia cristiana, pero donde los niños son enseñados historias de la Biblia en forma de juegos y dibujos, títeres y películas, sin ninguna profundización de lo que Jesús demanda de nosotros, y mas encima quitando la responsabilidad de los padres, de hacer la labor de instruir a sus niños en sus caminos (Pro. 22:6). Podría seguir con muchas otras cosas que son lamentables por la falta de discernimiento espiritual que sufre la iglesia de los que dicen ser bautistas aquí en Chile, pero que al parecer no tienen la menor sospecha de lo que fueron, hicieron y afirmaron los verdaderos bautistas de antaño. ¿Conoce Ud. la confesión de fe de los bautistas del siglo XVII?

FALTA DE ORDEN
Consecuente con lo anterior, llegamos a otro problema que fomenta el libertinaje en nuestras congregaciones, y es la falta de disciplina bíblica. Esta es una situación que se traduce en una infinidad de complicaciones que arrastran a las congregaciones a la división y enfermedad espiritual de los verdaderos cristianos que se encuentran en medio de estas congregaciones. En otras palabras se hace tropezar a los que son de Cristo, a los que le pertenecen al Señor Jesucristo, y lo que Jesús le sugirió a los que hiciesen caer a uno de estos (Mt. 18:6), nos deja en claro cuanto les aborrece. Los demás que no son de Cristo, a pesar de que dicen serlo, no les afecta en lo mas absoluto, ya que para ellos es pan de cada día.

Sin verdadera disciplina bíblica, tal como la enseña el Señor mismo, tomando en consideración todas las cosas que como cristianos debemos hacer para proceder con este tan necesario y delicado procedimiento (que fue el primer mandamiento que Jesús le dejó a la iglesia [Mt. 18:15-17]), la iglesia del Dios viviente se irá enfermando y enfriando, tal como nos está sucediendo a nosotros. Hoy podemos ver como el divorcio, la convivencia, la forma de vestirse de las jovencitas y no tan jovencitas, el lenguaje profano y vulgar, las disensiones y pleitos entre hermanos/as, los chismes y comentarios, por nombrar algunos, se han asentado y aceptado sin mayor cuestionamiento. Todo esto promueve la incorporación de los que no son de Cristo y el alejamiento de los que son de Cristo. Si no ponemos fin a esta perjudicial situación en las congregaciones bautistas, no podremos llamarles nunca mas “iglesias” bautistas, y además quedarán expuestas a que el Señor aplique lo que Él prometió que iba a hacer con las iglesias que no dejaran de ser tibias (ver Apo. 3:16).

LA REFORMA
Es increíble que la iglesia del Dios viviente hoy tenga que ser reformada. Esto gracias a Él, esta sucediendo en muchas partes del mundo. Lentamente hay varias voces de hombres que Dios está usando para denunciar las herejías y doctrinas espurias que se están introduciendo a las iglesias, que hoy son mas bien congregaciones, llamado a una reforma integral ajustándose sólo a la palabra de nuestro Señor Jesucristo.

Este llamado a la santificación, tema central de las escrituras y la voluntad de Dios, nos es de suma necesidad para volver a lo que nuestro Padre celestial quiere que seamos, que no es otra cosa que hombres y mujeres que glorifiquen al único Dios verdadero, Jesucristo el Cordero de gloria. Para esto la centralidad de la Palabra de Jesucristo, la Biblia única y suficiente fuente de alimento espiritual e intelectual, debe transformarse en aquel instrumento que renueve nuestra mente, para que podamos ser verdaderamente transformados (Rom. 12:2). Hermanos/as, santos, no se turben con esta confrontación, sino que humíllense delante del Señor Jesucristo y rueguen por sabiduría e inteligencia espiritual, para que sean obreros aprobados.

LA TAREA
Somos llamados a ir y predicar el evangelio, el arrepentimiento y perdón de pecados, y para eso tenemos que ayudarle a las personas que entiendan su condición perversa y depravada, uniéndonos a la obra del Espíritu Santo que es el que convencerá al mundo de pecado (Jn. 16:8). El Espíritu Santo inspiró a Pablo, a escribir los tres primeros capítulos de romanos explicando la condición corrupta y depravada del hombre, antes de entrar en los demás temas de esta epístola que es lo más cercano a una teología sistemática. No podemos seguir haciendo invitaciones desde los pulpitos o en las campañas evangelísticas, en las cuales tocamos las emociones y sentimientos de los auditores, quienes terminan por acceder a estas invitaciones sin entender bien de que se trata, donde mas encima les hacemos repetir una oración superficial, y sin que haya el mas mínimo arrepentimiento, declarándoles salvos. Esto borda literalmente en la mas absoluta herejía y blasfemia. Quienes somos nosotros para declarar alguien salvo. Se imaginan el daño que le causan a esa persona y a los demás que están presentes. Hacemos lo mismo que la iglesia católica cuando bautizan a un infante. Las personas se van a la casa creyendo que son salvos y siguen practicando el pecado y siguen siendo hijos del diablo (1ª Jn. 3:8).

La razón de todo esto, es que la mayoría no conocen el verdadero evangelio de Jesucristo. Esta es una falencia que se tiene que revertir urgentemente. Como verdaderos discípulos, debemos permanecer en la palabra del Señor (Jn. 8:31) y ser verdaderos conocedores del único verdadero Dios viviente. Esto a primera vista puede parecer una afirmación innecesaria, ya que todos creen conocer a Dios. Sin embargo, ¿Cuándo fue la última vez que escuchó predicar sobre los atributos de Dios? ¿Sabe Ud. cuales son los dos atributos de Dios que Jesús menciona en su oración en el cap. 17 de Juan? ¿Podría Ud. hacer una detallada explicación de que significan estos dos atributos en forma integral? El Dios de la Biblia, no es un Dios que se ajusta a nuestra forma de pensar, o basta con saber lo mas importante sobre él. Dios es todo y lo único que importa. Todo lo demás viene por añadidura (Mt. 6:33). Esto trae por consecuencia que no entendemos bien el primer mandamiento, que en las iglesias de hoy pasa a segundo lugar (y en algunas al olvido), ya que en la mayoría el segundo mandamiento es mas estudiado, predicado y practicado. Porque todo se centra en el hombre. La iglesia tiene que profundizar en todo lo que Dios es, significa, como hace las cosas, por qué las hace y para qué las hace. Si no tenemos una exhaustiva comprensión del Dios que adoramos, entonces a ¿quién vamos a predicar?, de ¿quién vamos a ser embajadores?, ¿qué les vamos a testificar a los perdidos?

Volviendo al tema del “evangelio según Jesucristo”, como tan bien lo explicó John MacArthur en su pequeño libro con el mismo título, tenemos que comprenderlo antes de poder predicarlo. La mayoría tiene alguna noción general del evangelio, pero como no lo viven cada día, como no están concientes de su importancia y necesidad, nunca han profundizado al punto de entenderlo cabalmente y por lo tanto no lo pueden predicar correctamente, recurriendo muchas veces a estrategias del mundo para tratar de evangelizar al mundo, consiguiendo exactamente lo opuesto. El Señor dio una comisión integral en la que deja muy claramente enfatizado lo que debemos ir a predicar. Si Ud. extrae de los cuatro evangelios lo que el Señor demanda que prediquemos, entonces tiene lo siguiente:

“Así como el Padre me envió a mi, así también yo os envío. Id por todo el mundo y predicad el evangelio, el arrepentimiento y perdón de pecados, a toda criatura y nación, haciéndoles discípulos y bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado, comenzando en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra”. (Jn. 20:21; Lc. 24:47; Mc. 16:15; Mt. 28:18; Hch. 1:8)

Esta es la tarea que le fue encomendada a la iglesia. Esto es a lo que nos debemos avocar como cuerpo de Cristo, para ser verdaderos embajadores de Cristo (2ªCo.5:20). Pero para eso necesitamos prepararnos sólo con la palabra del Señor.

SÓLO GLORIA A DIOS
Santos amados, les escribo esto porque quiero aportar para que todos verdaderamente glorifiquemos a Dios. Esto es lo mas importante que un cristiano puede hacer. Nuestra vida integralmente debe ser un sacrificio vivo, santo y agradable delante de Dios (Rom. 12:1), para que en toda la creación Él sea glorificado en todo. Si logramos volvernos a Jesucristo y a su palabra, estaremos glorificándole en todo, por todo lo que él es.

Dejemos de luchar por estadísticas, por tratar de llenar los templos, por ganar personas, por hacer más y más actividades, paremos de enseñar cosas que son para apoyar a la Biblia y dediquémonos a sumergirnos en la pura y suficiente palabra de Dios, para que cuando estemos glorificando a Dios, adorándole verdaderamente en espíritu y verdad, llevando mucho fruto de justicia, y siendo humildes e irreprensibles, predicando el verdadero y completo evangelio según Jesucristo, nuestro Señor Jesucristo sea añadiendo a los que Él quiere que sean salvos (Hch. 2:47).

Nuestra ignorancia bíblica es un pecado que debemos revertir, para que podamos tener un discernimiento espiritual que nos permita poder diferenciar entre lo que es de Dios y lo que parece ser de Dios. De otra manera siempre volveremos a caer en el error de creer que estamos bien, convirtiendo nuestras iglesias en iglesias tibias que el Señor vomitará de su boca (Apo. 3:16).

Amados hermanos/as, vamos a los pies del Señor con clamor y ruego por llenura del Espíritu Santo, para que su poder sea derramado en nuestras vidas, y así podamos guardar todos sus mandamientos. Como lo he mencionado en otras ocasiones, no le crea a las religiones, no le crea al hombre, no le crea ni a Ud. mismo, sólo créale al Señor Jesucristo y Él habla por medio de la Biblia. Lea detenidamente lo que Jesús le dice a la iglesia de Filadelfia, y sabrá porque ama tanto a esta iglesia (Apo. 3:7-13).

CONCLUSIÓN
La falta de discernimiento es una tragedia que se está propagando como un incendio en medio de una tormenta de viento. Esta falta de discernimiento es porque no estamos permaneciendo en la palabra de Jesucristo. Entiéndase por permanecer en la palabra del Señor, vivir en ella, estar sumergido al punto de estar completamente empapado con el conocimiento y entendimiento, sin moverse de ella, consultándola en todo y para cada situación, sin incorporar nada externo, confiando sólo en ella para sabiduría y conocimiento (inteligencia espiritual). Si Ud. conociese bien la palabra, entonces sabría cuantas veces Dios se lo exige a los que fueron usados por Él. Si no permanecemos en la palabra, sino guardamos su palabra, entonces no somos verdaderamente discípulos de Jesucristo, y peor aún, no le amamos de verdad (como el Señor mismo lo dijo tres veces en el cap. 14 de Juan). Eso es una realidad en muchas “congregaciones”. Muchos son los llamados, pero pocos escogidos. Muchos creen ser discípulos, verdaderos creyentes, sin embargo no son libres, porque no conocen la verdad, eso porque no son verdaderos discípulos de Jesucristo, y eso, porque no permanecen en su palabra. (Jn. 8:31-32)

Si no son libres de todas sus ataduras (conceptos humanos), de su esclavitud al pecado (concupiscencias), de sus opresiones y cargas (ignorancia), entonces no pueden ser un aporte para la iglesia. Si no son un aporte para la iglesia, entonces están siendo un obstáculo. La iglesia (principalmente los Pastores) tiene que discernir entre los que son y los que creen que son, o parece que son cristianos. Por otra parte la iglesia tiene que ser capaz de discernir quienes están en pecado y aplicar, con amor y misericordia, la disciplina tal como la enseñó el Señor Jesús. Porque el verdadero amor que debemos tener entre nosotros, como lo deja más que claro el Espíritu Santo por medio de Juan en su primera epístola, es que hablemos con la verdad, que vivamos en la verdad, para que todos seamos edificados, aunque esto signifique que tengamos que confrontar, amonestar y reprender a un hermano/a. Si amamos tenemos que hacerlo como lo hace Dios, y el como buen Padre, nos asota si es necesario, con tal que no nos descarriemos y nos volvamos a su palabra. (Heb. 12:5-11)

Mi oración es que podamos ser lo suficientemente humildes para ir delante Señor para pedirle que nos ayude a hacer todo lo que es necesario para ser verdaderos discípulos de Él, y así verdaderamente glorificarle en todo lo que hacemos, decimos y pensamos. Amén.

Hermanos/as, oremos fervientemente los unos por los otros, para que permanezcamos en la palabra del Señor Jesucristo, para que guardemos su palabra de paciencia. Para que nosotros los bautistas (UBACH) y todas las iglesias, seamos y sean cada vez más como lo dice el Señor a la iglesia de Filadelfia.

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