viernes, 16 de enero de 2009

Siervos verdaderos....

“ El Servicio por Excelencia ”

El servicio es un tema que lamentablemente no lo hemos estudiado a fondo, y por lo tanto se cometen muchos errores. Dentro de la naturaleza del hombre, en cierta forma esta el servir, y si tomamos la regla de oro, haz a tu prójimo como quieres que te hagan a ti, lo cual también se puede distorsionar bastante, nos hemos dedicado a hacer muchas cosas por otros sin ningún orden o guía. Sólo nos dejamos llevar por nuestros sentimientos y emociones, o por lo que creemos que es bueno y justo, sin tener idea que es ser bueno y justo.

Pero sin embargo muchas veces no es lo que es realmente necesario hacer. Uds. han escuchado decir: “Pero si lo hice con la mejor intención”, “Sólo quería ayudar”, “Pensé que te gustaría”, “No fue mi intención intrometerme”, “…lo hice sin querer queriendo”.

Pues dentro de la Iglesia pasa lo mismo. El servicio ciertamente es de suma importancia, pero sólo aquel servicio que es el correcto. No cualquier servicio será reconocido y recompensado por el Señor. Porque no se trata de hacer cosas simplemente para agradar al Señor y los hermanos, sino que se trata de hacer lo que Dios quiere que hagamos.

Como lo dijo una vez un pastor:

“Dios no quiere que hagamos buenas obras.
Dios quiere que hagamos su voluntad”

De hecho eso es lo que el Señor dice en el Salmo 101, en el versículo 6,

“Mis ojos pondré en los fieles de la tierra, para que estén conmigo;
el que ande en el camino de la perfección, éste me servirá.”

En los fieles dice el Señor que pondrá sus ojos, y le servirán los que anden en el camino de la perfección. Dios se fijará en aquellos que hacen su voluntad y son obedientes y guardan sus mandamientos, los que andan en el camino de la perfección.

El Señor mismo nos dejó en su Palabra una enseñanza muy clara, que debemos escudriñar con profundidad, ya que sus repercusiones pueden ser desastrosas.

Esta enseñanza incluso es tan clara que nos puede ayudar para saber si somos o no somos hijos de Dios.

Les quiero pedir que abramos nuestras Biblias, y me refiero a NUESTRAS BIBLIAS, para que una vez mas podamos aprender y escuchar directamente lo que Jesús les dijo a sus discípulos.

Mateo 24 : 45 – 47

Jesús estando en el monte de los olivos junto a sus discípulos, y quiero que pongan atención a esto, Jesús le estaba hablando a sus discípulos (los apóstoles) Mt. 24:3, por lo cual esta enseñanza y lección que podemos extraer de aquí, hoy, es para todos los que hemos creído en Jesucristo, o por lo menos decimos que lo hemos hecho.

A las visitas, les invito a que pongan mucha atención también, ya que podrán entender, por que Jesús enseña esta lección. Indirectamente Jesús les esta hablando a los que todavía no han creído en Él.

Si bien este capítulo y el siguiente son capítulos escatológicos (que significa que Jesús esta hablando del fin de los tiempos, como estos va a ser y como será el juicio final y sus consecuencias), podemos escuchar directamente de la boca de nuestro Señor, como se diferenciarán los siervos verdaderos de los que no lo son, y que les va a suceder a cada uno.

Veamos entonces que dice Jesús a sus DISCÍPULOS, en otras palabras a nosotros, que muchas veces creemos o decimos que somos sus discípulos.

En medio de varias advertencias, y quiero pedirles para vuestro propio provecho, que cuando lleguen a casa, en vez de prender Internet o el televisor o que se pongan a bailar, o que hagan cualquier cosa, lean estos capítulos, para que con lo que el Espíritu Santo les revele a cada uno de Uds. hoy, puedan entender las advertencias que Jesús nos hace, para que podamos arrepentirnos a tiempo, y cambiar nuestra manera de actuar.

Veamos nuevamente que dice en los versículos 45 al 47:

“ ¿ Quién es, pues, el siervo fiel y prudente, al cual puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo ?

Bienaventurado aquel siervo al cual, cuando su señor venga, le halle haciendo así. De cierto os digo que sobre todos sus bienes le pondrá.”

Aquí el Señor Jesús, esta describiendo al siervo fiel, del cual también hablaba el Salmo 101, el siervo fiel que camina en los caminos de perfección, ya que cuando el Señor venga, y podemos leer en varios versículos de estos capítulos, que el Señor regresará sin aviso, en el día menos pensado, sorpresivamente, en la hora que menos lo pensemos, que éste (el siervo fiel) será bienaventurado.

¿Por qué es bienaventurado? Por que el Señor le hallará haciendo así.

¿A que se refiere con así? Como dice en el versículo 45,

“…al cual, puso su señor sobre su casa para que les dé el alimento a tiempo?”

Para que les de alimento a tiempo a los que son de su casa, en otras palabras a los que sirven a Jesucristo, a sus hijos, en otras palabras que le esté sirviendo a los suyos, a los que son de Jesucristo. Este es el sirvo fiel y prudente, que es bienaventurado, por que esta haciendo lo que el Señor le había mandado. Esto es, servir a los suyos, a su casa, a los que el Señor llamó para si.

Esto se traduce a, que nos debemos servir los unos a los otros, como veremos mas adelante, cuando el Señor mismo lo explica más detalladamente.

Ser un siervo fiel y prudente, significa servir a los hermanos y hermanas, al los hijos de Dios. Jesús usa el ejemplo de dar alimento, esta palabra viene del griego “ trofé “, que se refiere a nutrir, sustentar, pagar salario, en otras palabras esta diciendo, que el sirvo fiel es el que se preocupa de todo lo que necesitan sus hermanos.

Luego en los versículos 46 al 51, vemos lo que le pasa al siervo que hace lo contrario, que abusa de los demás y se confía en que el Señor no regresará pronto. Esto le ha sucedido a muchos que se han enseñoreado de la grey de Dios y dijeron que no les pasaría nada, y se divirtieron y menospreciaron a los hijos de Dios, y vino el Señor sin que se dieran cuenta, y sufrieron las consecuencias mas horribles, como podemos leer en el versículo 51.

Entiéndase por castigar duramente junto con los hipócritas, como el infierno. Recuerden que Jesús detestaba a los hipócritas. Para Él, estos personajes eran los más repugnantes de la sociedad. Allí será el lloro y el crujir de dientes. Esta analogía la usó el Señor en muchas de sus enseñanzas con respecto al infierno, donde el sufrimiento será eterno, sin fin.

De aquí en adelante, Jesucristo continua explicando el fin de los tiempos con otras dos parábolas del reino de los cielos el las cuales explica sobre la prudencia y la fidelidad, y cual es la bendición para los que hacen lo correcto, y las consecuencias funestas y dolorosas para los siervos infieles o despreocupados.

En otras palabras, Jesús esta diferenciando a los que son suyos, con los que no lo son. Pero para no dejar ninguna duda respecto a como será el juicio final, como se hará justicia en aquel día, el Señor continua explicando, pero esta vez no en parábola, sino en forma figurativa, en donde habla de las ovejas y los cabritos que serán separados, y lo que le sucederá a los benditos de su Padre, y lo que le sucederá a los malditos que no hicieron el bien.

Recuerden hermanos que esta enseñanza no está dirigida al mundo, sino a los que seguían a Jesús, específicamente a los discípulos, que hoy somos nosotros. Para que nos examinemos para ver si estamos siendo siervos fieles y prudentes, y si estamos caminando en los caminos de perfección ( sin defecto, entero, integridad, íntegro, recto, sin tacha).

No quiero que mal entiendan, no me refiero a que nosotros seamos perfectos y sin mancha, sino que la senda en la que caminamos sea así perfecta.

Entonces, para que no quede ninguna duda del justo juicio que el mismo Señor llevará a cabo, ya que Él es el único juez justo, ya que es el único que lo sabe todo, y el único que es capaz de tener misericordia sin igual, y ciertamente la ha tenido y la seguirá teniendo, incluso con los que no creen en Él. Porque debemos recordar siempre que todos debiéramos estar muertos, todos debiéramos morir, ya que como su palabra lo dice:

“…la paga del pecado es muerte”

Pero sin embargo seguimos vivos, incluso siguen vivos, muchos que nosotros quisiéramos ver muertos. Esa misericordia, sólo proviene de un Dios santo y justo, Jesucristo Rey y Dios nuestro.

En la parte final del capítulo 25 encontramos el cierre de oro, en el cual Jesús explica la diferencia de los dos tipos de siervos, que hoy se da y se han dado y se seguirán dando.

Quiero que entiendan bien esta explicación que da Jesús, ya que se ha usado para muchas otras situaciones que no tienen nada que ver con lo que Jesús esta diciendo aquí.

Al final del capítulo 25 (vv31 en adelante), el Señor comienza a profetizar su propio regreso, y lo que Él hará en aquel día. Jesús le dice a sus discípulos y a nosotros hoy, como será el juicio final. Para esto Jesús usa una explicación que la mayoría de Uds. han escuchado anteriormente y conocen bien, y que se tiende a usar para el servicio en general, pero que si ponemos atención nos daremos cuenta de que la mayoría lo sacan de contexto.

¿Recuerdan que vimos los versículos 45 y 46 de capítulo 24, donde Jesús está describiendo al siervo fiel y prudente, que da alimento a los de su casa, y que vimos que eso significa sustento de todo tipo según la palabra griega trofé?

Ahora Jesús que todavía no ha terminado de hablar, vuelve para cerrar su discurso, con una explicación en la cual diferencia a los benditos que entrarán en el reino de Dios y los malditos que serán arrojados en el infierno, por lo que hicieron. ¿Qué hicieron?

Unos, los benditos de mi Padre, como lo dice el Señor, hicieron ¿Qué?
Le dieron comida y bebida, vestuario, ayuda, ya sea en la cárcel o al que venía de otra tierra, cuidaron al enfermo.

Y como en la parábola los siervos justos no entendieron, el Señor les explica, y es aquí donde quiero que pongan mucha atención, por que es aquí donde se relaciona lo anterior, lo del siervo bendito que da alimento a los de la casa de Dios con esta parábola. VV. 40

“Y respondiendo el Rey, les dirá: De cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más pequeños, a mí lo hicisteis.”

…en cuanto lo hiciste a uno de estos mis hermanos mas pequeños, …mis hermanos mas pequeños, …mis hermanos.

Jesús se esta refiriendo a sus hermanos mas pequeños, estos son los hijos de Dios, estos son la iglesia, el cuerpo de Cristo. Jesús se esta refiriendo a los cristianos, los verdaderos seguidores de Cristo. Somos siervos fieles y prudentes, cuando servimos primeramente a los hijos de Dios, cuando les damos alimento a su tiempo, cuando les damos sustento, cuando les vestimos cuando están desnudos, cuando les visitamos en la cárcel y cuando estaban enfermos, cuando les recogimos como forasteros, cuando les dimos de comer y beber, ¿A quién se lo estábamos haciendo? Al Señor. ¿Y quién es el Señor? ¿La cabeza de qué? La cabeza de la Iglesia, que es su cuerpo. Si se lo hacemos a su Iglesia, se lo estamos haciendo a Él, al Señor Jesucristo.

Se fijan hermanos y hermanas. El Señor estaba hablando de “…mis hermanos mas pequeños”, “…a mi me lo hicisteis”. Esta parábola no habla de ir y ayudar a los que no son hijos de Dios. Esto ha sido un error que ha llevado a la iglesia a preocuparse de hacer obras de caridad y ayuda social, descuidando el servicio por excelencia, el cual hará una diferencia sumamente importante el día del juicio final.

Si Uds. es verdaderamente un siervo de Jesucristo, así como lo fueron aquellos que escribieron los textos del Nuevo Testamento, y que se entregaron a los que eran cristianos, creyentes en Jesucristo, entonces Uds. se estará preocupando de servir a los hijos de Dios, primeramente.

¿Estás tú haciendo esto? ¿Estás tú visitando a sus hermanos en Cristo que están enfermos o en la cárcel? ¿Estás tú dando alimento a los de la casa de Dios?

Recuerde que las palabras del Señor son claras y absolutas. Siervo fiel y prudente es aquel que se preocupa por los que son de Dios, que le pertenecen a Jesucristo. Por lo tanto, es tiempo que nos arrepintamos de nuestro egoísmo y nos volvamos a Dios, para que como lo dice el Salmo 101, Él nos ponga a su servicio, y en el día del juicio final, podamos ser llamados benditos por nuestro Rey, y podamos heredar el reino que ha sido preparado para aquellos que hicieron la voluntad de Dios.

¿Crees tú que esta haciendo lo correcto? Examínate a ti mismo, por que sólo serán bienaventurados los siervos que el Señor, cuando Él venga, halle haciendo así. Los halle “alimentando” sustentando, a los hermanos mas pequeños de Él.

Si tú no está cuidando, sustentado, a los hijos de Dios, entonces es por una de dos razones.

· Una por que eres un cristiano que no se ha preocupado de hacer la voluntad de Dios,

· o dos, por que aún no eres un cristiano verdadero.

El Señor nos da en su amor y misericordia advertencias para que reaccionemos y nos volvamos a Él. Dios quiere que tú te rindas y se humilles delante de Él, que le pidas que te perdone todos tus pecados, que le pidas perdón por haber quebrantado sus mandamientos, por no haber cuidado de los Hijos de Dios y que le entregues su vida y creas sólo en Jesucristo como tu único Señor y Salvador.

Si tu hace esto, si tu vas delante de Dios y le pides que te perdone todos tus pecados, si quieres creer de ahora en adelante sólo en Jesucristo, estarás caminando en el camino de perfección, y Dios que es justo y misericordioso, te reconciliará consigo mismo.

Amada iglesia. Es momento de ponernos a orar. Los que quieran arrodillarse o sentados, oren para que Dios ayude a aquellos que todavía no han dado este paso de fe, para que en este momento lo pueda hacer, se puedan poner a cuenta con Dios.

Todos aquellos que hoy han tomado esta decisión, que han decidido rendirse delante de Dios y quieren que Dios les perdone todos sus pecados, quiero orar por Uds., les quiero pedir que pasen adelante. Quiero orar junto a Uds.

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