lunes, 7 de noviembre de 2011

El Evangelio según la Biblia

El Evangelio según el
Nuevo Testamento

Por Ernesto Säuberlich Boelken


INTRODUCCIÓN
Este documento está compuesto solamente de versículos bíblicos, que han sido seleccionados para enseñar lo que Dios nos dice por medio de su palabra, con respecto al evangelio según Jesucristo. Si bien es cierto que hay muchos otros versículos que pueden complementar lo presentado, estos reúnen el tema central. Para que el nombre de Dios sea glorificado por todos los que un día han de ser salvos.
Nota: Textos en cursivas del autor.

Primera Parte


“Lo que se debe predicar”
“La Gran Comisión Integral”


Jesús dijo: “Así como el Padre me envió a mí, así también yo os envío. Id y predicad el arrepentimiento y perdón de pecados, a toda criatura, haciendo discípulos y bautizándoles en el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo, enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado, comenzando en Jerusalén, Judea, Samaria y hasta lo último de la tierra”.
(Una combinación de todos los versículos que dicen lo que el Señor dijo respecto a ir al mundo;
Jn. 20:21; Lc. 24:47; Mc. 16:15; Mt. 28:18; Hch. 1:8)

Así que la fe es por el oír, y el oír, por la palabra de Dios. (1)


La Predicación


Porque todo aquel que invocare el nombre del Señor, será salvo. ¿Cómo, pues, invocarán a aquel en el cual no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán sin haber quien les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados? Como está escrito: !Cuán hermosos son los pies de los que anuncian la paz, de los que anuncian buenas nuevas! (2)

Jesús vino a Galilea predicando el evangelio del reino de Dios, diciendo: El tiempo se ha cumplido, y el reino de Dios se ha acercado; arrepentíos, y creed en el evangelio.(3) Y es necesario que el evangelio sea predicado antes a todas las naciones.(4) (Vi volar por en medio del cielo a otro ángel, que tenía el evangelio eterno para predicarlo a los moradores de la tierra, a toda nación, tribu, lengua y pueblo)(5) Mas la palabra del Señor permanece para siempre. Y esta es la palabra que por el evangelio os ha sido anunciada.(6) La gracia que ahora ha sido manifestada por la aparición de nuestro Salvador Jesucristo, el cual quitó la muerte y sacó a luz la vida y la inmortalidad por el evangelio.(7)

Así que, en cuanto a mí (dice Pablo), pronto estoy a anunciaros el evangelio; porque no me avergüenzo del evangelio, porque es poder de Dios para salvación a todo aquel que cree; porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.(8) Y ni mi palabra ni mi predicación fue con palabras persuasivas de humana sabiduría, sino con demostración del Espíritu y de poder, para que vuestra fe no esté fundada en la sabiduría de los hombres, sino en el poder de Dios.(9)


Segunda Parte


Nuestra triste realidad (la mala noticia)
La igualdad de todos los seres humanos. Jesús dijo: Ninguno hay bueno, sino sólo uno, Dios.(10) Mas yo os conozco, que no tenéis amor de Dios en vosotros. (11) Escrito está, a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados, en los cuales anduvisteis en otro tiempo, siguiendo la corriente de este mundo, conforme al príncipe de la potestad del aire (este es el diablo), el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia, entre los cuales también todos nosotros vivimos en otro tiempo en los deseos de nuestra carne, haciendo la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos por naturaleza hijos de ira, lo mismo que los demás.” (12)

De los seres humanos dice: “Pues habiendo conocido a Dios, no le glorificaron como a Dios, ni le dieron gracias, sino que se envanecieron en sus razonamientos, y su necio corazón fue entenebrecido. Profesando ser sabios, se hicieron necios, y cambiaron la gloria del Dios incorruptible en semejanza de imagen de hombre corruptible, de aves, de cuadrúpedos y de reptiles.” (13)

Por consecuencia: “…todos están bajo pecado. Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; no hay quien entienda, no hay quien busque a Dios. Todos se desviaron, a una se hicieron inútiles; no hay quien haga lo bueno, no hay ni siquiera uno. Sepulcro abierto es su garganta; con su lengua engañan. Veneno de áspides hay debajo de sus labios; su boca está llena de maldición y de amargura. No hay temor de Dios delante de sus ojos, y esto, para que toda boca se cierre y todo el mundo quede bajo el juicio de Dios.(14)

Arrepentimiento
El don de Dios para todo aquel que se humilla delante de la verdad del Señor. “A Jesucristo, Dios le ha exaltado con su diestra por Príncipe y Salvador, para dar arrepentimiento y perdón de pecados.(15) Y que se predicase en su nombre el arrepentimiento y el perdón de pecados en todas las naciones, comenzando desde Jerusalén.(16) Dice el Señor: porque no he venido a llamar a justos, sino a pecadores, al arrepentimiento.(17) Haced, pues, frutos dignos de arrepentimiento,(18) que se arrepientan y se conviertan a Dios, haciendo obras dignas de arrepentimiento.(19)

Dijo Jesús: Os digo que así habrá más gozo en el cielo por un pecador que se arrepiente, que por noventa y nueve justos que no necesitan de arrepentimiento.(20) Y así testificando a judíos y a gentiles acerca del arrepentimiento para con Dios, y de la fe en nuestro Señor Jesucristo.”(21) (que se arrepintiesen y se convirtiesen a Dios(22)).

El deseo sublime del Señor Jesucristo. “Ahora me gozo, no porque hayáis sido contristados, sino porque fuisteis contristados para arrepentimiento; porque habéis sido contristados según Dios. Porque la tristeza que es según Dios produce arrepentimiento para salvación; (23) ¿O menosprecias las riquezas de su benignidad, paciencia y longanimidad, ignorando que su benignidad te guía al arrepentimiento? (24) El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, sino que es paciente para con nosotros, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento,(25) el cual quiere que todos los hombres sean salvos y vengan al conocimiento de la verdad.” (26)

Como debiéramos responder. Así que, arrepentíos y convertíos, para que sean borrados vuestros pecados; para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio.(27) Arrepentíos, y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados; y recibiréis el don del Espíritu Santo.(28) Jesús dijo: Cualquiera, pues, que me oye estas palabras, y las hace, le compararé a un hombre prudente, que edificó su casa sobre la roca. Pero cualquiera que me oye estas palabras y no las hace, le compararé a un hombre insensato, que edificó su casa sobre la arena. (29)

La Salvación
Un amor que excede todo entendimiento. “Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres. (30) Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados. Al que no conoció pecado, por nosotros lo hizo pecado, para que nosotros fuésemos hechos justicia de Dios en él. (31) En esto se mostró el amor de Dios para con nosotros, en que Dios envió a su Hijo unigénito al mundo, para que vivamos por él. En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino en que él nos amó a nosotros, y envió a su Hijo en propiciación por nuestros pecados. (32) Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. (33) El que no escatimó ni a su propio Hijo, sino que lo entregó por todos nosotros;(34) obteniendo el fin de vuestra fe, que es la salvación de vuestras almas.(35)

La justificación gratuita. “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria de Dios. (Si decimos que no tenemos pecado, nos engañamos a nosotros mismos, y la verdad no está en nosotros(36)), pero, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el que justifica al que es de la fe de Jesús.(37)

La magnanimidad del único Dios verdadero, nuestro Padre que está en los cielos. “Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó, aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos(38)), Porque Cristo, cuando aún éramos débiles, a su tiempo murió por los impíos. Mas Dios muestra su amor para con nosotros, en que siendo aún pecadores, Cristo murió por nosotros. Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por su vida.(39) Y juntamente con él nos resucitó, y asimismo nos hizo sentar en los lugares celestiales con Cristo Jesús, para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús. Porque por gracia sois salvos por medio de la fe; y esto no de vosotros, pues es don de Dios; no por obras, para que nadie se gloríe.”(40)

La obra salvífica de nuestro Señor y Dios según nuestra repuesta. “Y a vosotros también, que erais en otro tiempo extraños y enemigos en vuestra mente, haciendo malas obras, ahora os ha reconciliado, en su cuerpo de carne, por medio de la muerte, para presentaros santos y sin mancha e irreprensibles delante de él (Y a aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de su gloria con gran alegría(41)); si en verdad permanecéis fundados y firmes en la fe, y sin moveros de la esperanza del evangelio que habéis oído, el cual se predica en toda la creación que está debajo del cielo.”(42)

El justo Juicio
Temed a Dios, y dadle gloria, porque la hora de su juicio ha llegado; y adorad a aquel que hizo el cielo y la tierra, el mar y las fuentes de las aguas.(43) Te encarezco delante de Dios y del Señor Jesucristo, que juzgará a los vivos y a los muertos en su manifestación y en su reino.(44) Y de la manera que está establecido para los hombres que mueran una sola vez, y después de esto el juicio. (45)

Advertencia severa para considerar y reflexionar. “Pero por tu dureza y por tu corazón no arrepentido, atesoras para ti mismo ira para el día de la ira y de la revelación del justo juicio de Dios.(46) El Señor sabe librar de tentación a los piadosos, y reservar a los injustos para ser castigados en el día del juicio,(47) para hacer juicio contra todos, y dejar convictos a todos los impíos de todas sus obras impías que han hecho impíamente, y de todas las cosas duras que los pecadores impíos han hablado contra él. (48) Porque es necesario que todos nosotros comparezcamos ante el tribunal de Cristo, para que cada uno reciba según lo que haya hecho mientras estaba en el cuerpo, sea bueno o sea malo.(49)

Creerle a Jesucristo
Mas a todos los que le recibieron, a los que creen en su nombre, les dio potestad de ser hechos hijos de Dios; los cuales no son engendrados de sangre, ni de voluntad de carne, ni de voluntad de varón, sino de Dios.(50) Dijo Jesús: El que a vosotros recibe, a mí me recibe; y el que me recibe a mí, recibe al que me envió.(51) Al que oye mis palabras, y no las guarda, yo no le juzgo; porque no he venido a juzgar al mundo, sino a salvar al mundo.(52) Porque no envió Dios a su Hijo al mundo para condenar al mundo, sino para que el mundo sea salvo por él.(53) Dijo Jesús: “El que me rechaza, y no recibe mis palabras, tiene quien le juzgue; la palabra que he hablado, ella le juzgará en el día postrero”.(54)


Pero estas palabras se han escrito para que creáis que Jesús es el Cristo, el Hijo de Dios, y para que creyendo, tengáis vida en su nombre. (55) El que en él cree, no es condenado; pero el que no cree, ya ha sido condenado, porque no ha creído en el nombre del unigénito Hijo de Dios. (56)

Textos basados en la versión de Reina Valera 1960


Primera Parte

1.- Rom 10:17
2.- Rom 10:13-15
3.- Mc 1:14-15
4.- Mc 13:10
5.- Ap 14:6
6.- 1ªPe 1:25
7.- 2ªTi 1:10
8.- Rom 1:15-17
9.- 1ªCo 2:4-5

Segunda Parte

10.- Mar 10:18
11.- Jua 5:42
12.- Efe 2:1-5
13.- Rom 1:21-23
14.- Rom 3:9-19

Arrepentimiento

15.- Hch 5:31
16.- Lc 24:47
17.- Mat 9:13
18.- Mat 3:8
19.- Hch 26:20
20.- Lc 15:7
21.- Hch 20:21
22.- Hech 26:20
23.- 2ªCo 7:9-10
24.- Rom 2:4
25.-2ªPe 3:9
26.- 1ªTi 2:4
27.- Hch 3:19
28.- Hch 2.38
29.- Mat 7:24, 26
Salvación

30.- Tit_2:11
31.- 2ªCo 5:19, 21
32.- 1ªJn 4:9-10
33.- Jn. 3:16
34.- Rom 8:32
35.- 1ªPe_1:9
36.- 1ªJn 1:8
37.- Rom 3:21-26
38.- Efe 2:5
39.- Rom 5:6,8,10
40.- Efe 2:6-9
41.- Jud 1:24
42.- Col 1:21-23

El justo juicio

43.- Apo_14:7
44.- 2ªTi 4:1
45.- Heb 9:27
46.- Rom 2:3, 5
47.- 2ªPe 2:9
48.- Jud 1:15
49.- 2ªCo 5:10

Creerle a Jesucristo

50.- Jn 1:12-13
51.- Mat 10:40
52.- Jn 12:47
53.- Jn 3:17
54.- Jn 12:48
55.- Jn 20:31
56.- Jn 3:18


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